Historia base:
Una oscura silueta atravesó el parque. Llevaba consigo un libro de aspecto viejo. Lo depositó en un banco. La fuerza del viento hizo que se abriera y pasaran las páginas. En el momento en el que se cerró, una de ellas quedó doblada.
Una oscura silueta atravesó el parque. Llevaba consigo un libro de aspecto viejo. Lo depositó en un banco. La fuerza del viento hizo que se abriera y pasaran las páginas. En el momento en el que se cerró, una de ellas quedó doblada.
Por la mañana, una joven recogió el libro. Se llamaba Carolina e iba de camino hacia el colegio. Cuando el profesor impartía clases, el libro cayó al suelo y llamó la atención de él. Lo abrió y, para su sorpresa, las hojas estaban en blanco. Resultó que la última se encontraba doblada con palabras sueltas sin sentido aparente. Los alumnos se preguntaban por qué estaba vacío y cuál era el sentido de su existencia. Carolina propuso que, al no haber escritura alguna, se inventaba una historia a través de las frases de cada uno de ellos.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina vio un árbol que le resultó llamativo. Decidió situarlo a su lado.
Poco a poco, muchas manos humildes continuarían las frases que habían encontrado en el libro, convirtiéndolas en una historia, la historia del pequeño libro perdido.
Nueve maneras diferentes de contar esta historia:
1)De manera descriptiva
En una noche oscura y cerrada, una extraña silueta desgarbada y frágil atravesó el parque "Botello", situado cerca de una zona residencial. La silueta portaba bajo su brazo lánguido y huesudo, un libro de color azul marino, bastante desgastado por los lados y con unas cenefas doradas en su extremo. Allí mismo, sobre un banco marrón, con ligeras pintadas de diversos colores, depositó el libro. Un viento enfurecido que agitaba las hojas con fuerza y sacudía los alborotados pelos de la extraña silueta, hizo que las hojas amarillentas del libro se pasaran a gran velocidad, quedando una de ellas doblada.
A la mañana siguiente, una joven de 15 años recogió el libro. Se llamaba Carolina y era una niña rubia, de ojos azul turquesa y cejas finas. Como tenía que ir al colegio, cogió el autobús verde número 16 y atravesó una pequeña y estrecha carretera, para llegar a su destino. Mientras el profesor, de aspecto cómico y risueño, impartía la clase, a Carolina se le cayó de su pupitre de madera el libro azul marino. El profesor se acercó pausadamente hasta su mesa y recogió el libro, el cual en su interior no tenía nada escrito salvo en una pequeña doblez. Los compañeros de Carolina se preguntaban el porqué de la existencia de aquel libro ya que no comprendían que no hubiese nada escrito. Carolina les explicó que iba a formar una historia, a partir de las frases de cada uno de ellos.
Al sonar la sirena del recreo, la cual se halla en el despacho del conserje, Carolina cogió su carpeta decorada con fotos y el libro azul y se apresuró escaleras abajo, hasta llegar a la puerta principal. Ya en la calle, observó un árbol de gran altura, con pequeños frutos rojos que colgaban de sus ramas y decidió dejar el libro al lado de este.
Poco a poco, el libro se fue llenando de sueños, pensamientos, palabras, locuras...haciendo posible crear la gran y bonita historia del libro azul perdido.
2)Con la vocal u
Unu uscuru suluutu utruvusú ul purquu. Lluvubu cunsugu un lubru du uspuctu vuuju. Lu dupusutú un un buncu. Lu fuurzu dul vuuntu huzu quu su ubruuru y pusurun lus púgunus. Un ul mumuntu un ul quu su currú, unu du ullus quudú dubludu.
Pur lu muñunu, unu juvun rucuguú ul lubru. Su llumubu Curulunu u ubu du cumunu hucuu ul culuguu. Cuundu ul prufusur umpurtuu clusus, ul lubru cuyú ul suulu y llumú lu utuncuún du úl. Lu ubriú y, puru su surprusu, lus hujus ustubun un bluncu. Rusultú quu lu últumu su uncuntrubu dubludu cun pulubrus suultus sun suntudu upuruntu. Lus ulumnus su pruguntubun pur quú ustubu vucúu y cuúl uru ul suntudu du su uxustuncuu. Curulunu prupusu quu, ul nu hubur uscruturu ulgunu, su unvuntubu unu husturuu u truvús du lus frusus du cudu unu du ullus.
Ul ucubur lus clusus, y ustu vuz cun ul lubru u muduu uscrubur, Curulunu vuu un úrbul quu lu rusultú llumutuvu. Ducuduú sutuurlu u su ludu.
Pucu u pucu, muchus munus humuldus cuntunuurúun lus frusus quu hubúun uncuntrudu un ul lubru, cunvurtuúndulus un unu husturuu, lu husturuu dul puquuñu lubru purdudu.
3)Alternando las palabras de las frases
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Por mañana la, joven una libro el recogió. Se Carolina llamaba iba e camino de el colegio hacia. Cuando profesor clases el impartía, libro el cayó suelo al llamó y atención la él de. Lo y abrió, su para sorpresa, hojas las en estaban blanco. Resultó la última que encontraba se doblada palabras con sueltas aparente sentido sin. Los se alumnos preguntaban qué por vacío estaba y era cuál sentido el su de existencia. Carolina que propuso, no al escritura haber alguna, inventaba se historia una través a las de frases de cada de ellos uno. Al clases las acabar, y vez esta con libro el medio a escribir, Carolina un vio árbol que resultó le llamativo. Decidió a situarlo lado su. Poco poco a, manos muchas humildes frases las continuarían había que encontrado libro en el, en convirtiéndolas historia una, historia la pequeño del perdido libro.
4)En presente
4)En presente
Una oscura silueta atraviesa el parque. Lleva consigo un libro de aspecto viejo. Lo deposita en un banco. La fuerza del viento hace que se abra y pasen las páginas. En el momento en el que se cierra, una de ellas queda doblada.
A la mañana siguiente, una joven recoge el libro. Se llama Carolina y va de camino hacia el colegio. Mientras el profesor imparte la clase, el libro cae al suelo y llama la atención de él. Lo abre y, para su sorpresa, las hojas están en blanco. Resulta que la última está doblada con palabras sueltas sin sentido aparente. Los alumnos se preguntan por qué el libro se encuentra vacío y cuál es el sentido de su existencia. Carolina propone que, al no haber escritura alguna, se va a inventar una historia a través de las frases de cada uno de ellos.
Al acabar las clases, y esta vez con el libro a medio escribir, Carolina ve un árbol que le resulta llamativo. Decide situarlo a su lado.
Poco a poco, muchas manos humildes continuan las frases que hallan en el libro, convirtiendo en una historia, la historia del pequeño libro perdido.
5)Entonces
Entonces una silueta atravesó el parque llevando consigo un libro de aspecto viejo. Entonces lo dejó en un banco. Entonces por la fuerza del viento se abrieron y pasaron las páginas, quedando una de ellas doblada.
Entonces, a la mañana siguiente una joven llamada Carolina recogió el libro y se dirigió al colegio. Entonces cuando el profesor impartía clase, a Carolina se le cayó el libro, llamando la atención del profesor. Entonces el lo abrió y resultó que el libro estaba en blanco. Entonces todos los alumnos empezaron a preguntar el por qué de la existencia del libro. Entonces Carolina propone escribir una historia a partir de las frases de cada uno de ellos. Entonces al acabar las clases, Carolina vió un árbol que le llamó la atención y decidió situar el libro a su lado. Entonces, poco a poco, las frases se irán convirtiendo en una historia.
7)Partes de la oración
Artículos: Una, el, un, lo, la, las, ellas, al, del.
Sustantivos: silueta, parque, libro, banco, aspecto, fuerza, viento, páginas, momento, mañana, joven, camino, colegio, profesor, clases, suelo, atención, Carolina, sorpresa, hojas, palabras, sentido, alumnos, existencia, escritura, historia, frases.
Adjetivos: oscura, viejo, doblada.
Verbos: atravesar, llevar, depositar, hacer, abrir, pasar, cerrar, quedar, recoger, ir, impartir, caer, llamar, estar, encontrar(se), preguntar(se), proponer, inventar(se).
Preposiciones: de, en, por, hacia, con, sin.
Conjunciones: que, y, e.
8)La vocal e cambiada por el signo "~"
Una oscura silu~ta atrav~só ~l parqu~. Ll~vaba consigo un libro d~ asp~cto vi~jo. Lo depositó ~n un banco. La fu~rza d~l vi~nto hizo qu~ s~ abri~ra y pasaran las páginas. ~n ~l mom~nto ~n ~l qu~ s~ c~rró, una d~ ~llas qu~dó doblada.
Por la mañana, una jov~n r~cogió ~l libro. S~ llamaba Carolina ~ iba d~ camino hacia ~l col~gio. Cuando ~l prof~sor impartía clas~s, ~l libro cayó al su~lo y llamó la at~nción d~ ~l. Lo abrió y, para su sorpr~sa, las hojas ~staban ~n blanco. R~sultó qu~ la última s~ ~ncontraba doblada con palabras su~ltas sin s~ntido apar~nte. Los alumnos s~ pr~guntaban por qu~ ~staba vacío y cuál ~ra ~l s~ntido d~ su ~xist~ncia. Carolina propuso qu~, al no hab~r ~scritura alguna, s~ inv~ntaba una historia a trav~s d~ las fras~s d~ cada uno d~ ellos.
Al acabar las clas~s, y ~sta v~z con ~l libro a m~dio ~scribir, Carolina vio un árbol qu~ l~ r~sultó llamativo. D~cidió situarlo a su lado.
Poco a poco, muchas manos humild~s continuarían las fras~s qu~ habían ~ncontrado ~n ~l libro, convirti~ndolas ~n una historia, la historia d~l p~qu~ño libro p~rdido.
8)Con la vocal a
Ana ascara salaata atravasá al parqua. Llavaba cansaga an labra da aspacta vaaja. La dapasatá an an banca. La faarza dal vaanta haza qua sa abraara y pasaran las páganas. An al mamanta an al qua sa carrá, ana da allas quadá dablada.
Par la mañana, ana javan racagaá al labra. Sa llamaba Caralana a aba da camana hacaa al calagaa. Caanda al prafasar ampartáa clasas, al labra cayá al saala y llamá la atancaán da ál. La abraá y, para sa sarprasa, las hajas astaban an blanca. Rasaltá qua la áltama sa ancantraba dablada can palabras saaltas san santada aparanta. Las alamnas sa pragantaban par qaá astaba vacáa y caál ara al santada da sa axastancaa. Caralana prapasa qaa, al na habar ascratara algana, sa anvantaba ana hastoraa a travás da las frasas da cada ana da allas.
Al acabar las clasas, y asta vaz can al labra a madaa ascrabar, Caralana vaa an árbal qua la rasaltá llamatava. Dacadaá sataarla a sa lada.
Paca a paca, machas manas hamaldas cantanaaráan las frasas qua habáan ancantrada an al labra, canvartaándalas an ana hastaraa, la hastaraa dal paquaña labra pardada.
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